Decoración única y hermosa. Camas con cortinas, luz y enchufe. Personal amable y cercano. Albergue bien diseñado y con detalles increíbles.

Casi perfecto.

Lo que más me gustó de mi estancia en este alojamiento fue la decoración única del lugar. Las camas eran bastante cómodas y me encantó que cada una tuviera su propia cortina para mayor intimidad. Además, dentro del espacio de la cama había luz individual y conectores para el móvil. Otro aspecto que me pareció muy positivo fue la amabilidad y la disposición del personal, siempre dispuestos a ayudar y brindar un buen servicio.

En cuanto a aspectos negativos, hubo algunos inconvenientes que me gustaría resaltar. El primero fue la falta de limpieza en la habitación que nos asignaron al llegar, aunque logramos que la limpiaran antes de usarla, nos dejó un mal sabor de boca.

Me encanta la cercanía a la playa y la atención del personal. Las habitaciones son cómodas, con cortina para mayor privacidad y luz y enchufe individuales. Además, el comedor y la cocina están bien equipados, creando un ambiente cálido y acogedor. También se agradece el detalle de ofrecer café y té a los huéspedes.

He encontrado algunas dificultades con las duchas. A veces el agua se sale y resulta incómodo.

Ambiente rústico y moderno

Camas con cortinas para privacidad. Personal agradable.- Pequeña tienda con precios ajustados.- Bonitos baños.- Cocina/comedor con gran mesa de madera.- Atención de la familia regente

La limpieza del hotel fue impecable, todo estaba en perfecto orden y muy pulcro. Las instalaciones del hotel eran modernas y acogedoras, con una decoración rústica pero a la vez contemporánea. El personal fue extremadamente amable y atento, siempre dispuesto a ayudar. Además, la ubicación del hotel era conveniente y de fácil acceso, con transporte público cercano.

Nada de verdad.

qué lugar tan encantador! Nos encantó la originalidad de la casa y la privacidad de las camas. La cocina y el comedor estaban muy bien equipados y el detalle de tener café y té para los huéspedes fue muy agradable. En definitiva, una experiencia única y acogedora.

una ducha sin agua caliente.

Albergue con 8 camas, decoración de hierro y madera, cortinas para intimidad, luz individual y enchufes en cada cama. Baños bonitos y cocina/comedor equipado. Detalle agradable con café y té de cortesía. Original y acogedor.

El albergue cuenta con 8 camas en total, con cortinas, estanterías y cajones para guardar cosas. La decoración es única y el ambiente es acogedor. La cocina y el comedor están bien equipados y se ofrece café y té a los huéspedes. El tapanco de madera es un detalle interesante.

El albergue La Plazuela Verde en Atapuerca es una alternativa económica y encantadora para los albergues de peregrinos. Las camas con cortinas brindan privacidad y comodidad, y la decoración rústica con toques modernos le da un ambiente genial. El personal es amable y hay una pequeña tienda con precios ajustados. ¡Sin duda lo recomiendo!

Aunque el albergue tiene un toque original con la decoración en madera, algunas literas pueden ser incómodas para acceder. Además, las duchas no ofrecen espacio suficiente para dejar la ropa o el jabón, y solo hay dos duchas, una de las cuales no tiene agua caliente.

El personal es amable y cercano, proporcionando una atención excelente. Las instalaciones del hotel son modernas y con detalles increíbles.La limpieza es impecable, ofreciendo un ambiente agradable para los huéspedes.La ubicación es conveniente, con fácil acceso a transporte y atracciones turísticas.

No tiene que mejorar nada.

Recientemente me hospedé en La Plazuela Verde, un albergue encantador en Atapuerca. Mi estancia fue de dos noches y fue realmente maravillosa. Lo que más me impresionó fue la atención de la familia que lleva el albergue, son amables y cercanos, siempre dispuestos a ayudar. Además, el lugar es precioso, con detalles increíbles realizados por ellos mismos. La distribución de las habitaciones es única, con un tapanco de madera donde se encuentra la cocina y un área común, separados de los baños. Las camas son cómodas y cuentan con cortinas para mayor privacidad, así como estanterías, enchufes y luz individual. Sin duda alguna, volvería a hospedarme aquí.

Recomendaría el lugar sin duda alguna.

Me alojé en La Plazuela Verde durante mi viaje a Atapuerca y quedé encantado. La casa antigua adaptada como albergue es simplemente encantadora. El tapanco de madera en la parte de arriba, con la cocina y el área común, le dan un toque único. Los baños separados de las habitaciones también son una ventaja. Además, el ambiente rústico pero moderno, inspirado en las cuevas de Atapuerca, es muy acogedor. También debo destacar la amabilidad del personal, quienes siempre estuvieron dispuestos a ayudar. La pequeña tienda dentro del albergue fue muy conveniente para comprar lo necesario para cocinar, a precios muy económicos. Las camas con cortinas brindaron privacidad y comodidad, y la distribución de los espacios con estanterías y enchufes fue muy conveniente. En resumen, ¡una experiencia altamente recomendable!

Recomiendo este hotel, es total.

Habitaciones cómodas con camas gruesas y dos tipos de litera. Estética moderna con detalles en hierro y madera. Baños bonitos y cocina/comedor espacioso con mesa de madera. Alternativa económica a los albergues de la zona. Personal amable y tienda básica para la cocina.

La decoración única, camas con cortina, luz y enchufe. Personal amable y atento. Cocina y comedor bien equipados.

Nada de nada.